Durante la estancia, hemos podido entender en profundidad uno de los principios clave de su pedagogía: la idea de que los niños tienen “cien lenguajes”, es decir, múltiples formas de expresarse, explorar y comprender el mundo a través de diferentes medios como el arte, el juego, el lenguaje, el cuerpo, etc. y que se desarrollan a través de la idea de los ‘ateliers’. Este enfoque subraya la importancia de ofrecer un ambiente rico en estímulos y de fomentar la creatividad y la autonomía en los niños. En este sentido, Malaguzzi valoraba la figura de la persona educadora como una facilitadora, observadora y colaboradora, más que como una transmisora de conocimiento.
La pedagogía de Malaguzzi ha dejado una huella significativa en la educación infantil de la misma forma que este viaje ha marcado una nueva vía de enseñanza y aprendizaje que seguir como docentes de las futuras educadoras infantiles.